

PELIGRO DE CONGELACIÓN
Nueva jornada de Liga. Los blancos vuelven a la competición doméstica con el objetivo de doblegar a un crecido Real Valladolid (20:00 horas - C+ Liga/Gol T), que sueña con acabar el fin de semana en puestos europeos. La novedad en el Real Madrid está en su banda izquierda, que tras la lesión de Coentrao podría ocupar Arbeloa. Los de Mourinho, obligados a ganar.
La visita de los blancos a Valladolid de esta noche no es una visita más. Los escasos ocho puntos que separan al Real Madrid de los pucelanos a estas alturas de la temporada hacen que el encuentro adquiera un tinte completamente distinto al de las anteriores campañas. La escasa distancia en la tabla entre ambos clubes no solo avisa de la dificultad del encuentro, sino que también refleja el buen hacer de los de Djukic.
Además del buen juego desplegado por los blanquivioletas en el campeonato, el equipo madridista tiene en sí mismo otro enemigo: su necesidad de victoria. Y es que afrontar cada partido como si fuera una final trae consigo el enorme riesgo de pecar de intensidad, de olvidarse del juego propio y entregarse a la pasión desbordada.
Atlético y Ajax, motivos de euforia
Sin embargo, hay un buena razón para considerar que el equipo dirigido por Mourinho no actuará así. La templanza demostrada en el derbi, reflejó que los blancos no van a ponerse nerviosos. Al menos, de momento.
Si el Real Madrid logra en Zorrilla desplegar el fútbol que se vio en la segunda parte del encuentro ante el Atlético de Madrid, tendrá buena parte de su visita solventada. Si a ello le añadiera un poco más de acierto de cara a portería, los tres puntos caerían del lado blanco con casi total seguridad.
A su favor está el buen estado anímico de la plantilla tras la goleada europea al Ajax, y la ya mencionada victoria ante los rojiblancos. El trámite de Champions del pasado martes no solo sirvió para cerrar la fase de grupos de la competición, sino también para dar impulso a un equipo que necesita más que nunca de moral.
Mourinho dispone de toda su plantilla, salvo los ya conocidos lesionados, un grupo al que se unió el martes Coentrao. La baja del lateral portugués vuelve a plantear la ocasión de oro para ver asentado en el equipo al canterano Nacho, aunque la opción más segura para el técnico sería la de desplazar de banda a Arbeloa, una posibilidad que a priori da más garantías.
Un Pucela 'europeo'
Del lado del Valladolid, la situación no puede ser mejor. Si a comienzos de temporada le hubieran dicho a su afición que afrontarían la jornada 15 ante los blancos a una distancia tan reducida, pocos lo hubieran creído.
Djukic ha logrado cambiar el juego de los blanquivioletas desde su llegada al banquillo, convirtiendo al conjunto en el equipo revelación de la Liga BBVA hasta el momento. Su lucha por entrar en puestos europeos así lo refleja. Lejos queda, por ahora, la agonía por huir del descenso, un trance por el que parece que este año no pasarán.
La buena racha por la que atraviesan, con dos victorias consecutivas, la última de ellas cosechada en el Sánchez Pizjuán, hacen que el equipo vallisoletano esté cargado de motivación. Algo que se acrecenta si enfrente tienes al Real Madrid.
El Valladolid lleva sólo un gol encajado más que el líder de Primera División, un dato que hace sospechar que, esta noche, en el Estadio José Zorrilla, no habrá una sangría, ni una victoria visitante cómoda como sucediera en su último enfrentamiento en 2010 (1-4).
La plantilla pucelana sólo presenta una novedad para el encuentro, la baja del defensa Jesús Rueda por lesión. Su lugar en la convocatoria lo ocupa Neira, aunque no se espera que sea él quien entre en el once inicial.
Poco que perder
El Real Madrid deberá activar en Zorilla el estado de alarma si quiere seguir vivo en la competición. Como bien ha avisado el técnico de los locales, ellos tienen “mucho que ganar y poco que perder”, una ventaja con la que no cuentan los de Mourinho, que juegan al todo o nada desde hace ya demasiadas jornadas.
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