PRUEBA SUPERADA

Trámite solventado sin sobresaltos. El Real Madrid finaliza la tortuosa fase de grupos como la comenzó, con una victoria. Aunque las formas distaron mucho de aquella primera, con remontada incluida, ante el City de Mancini.

José Mourinho planteó el encuentro como el partido de las oportunidades. A la vuelta al equipo de los olvidados Kaká y Carvalho, se unió el debut en Champions League de Nacho Fernández. Y se podría decir que los tres supieron agradecer la confianza del míster con un buen partido.

Especialmente bueno fue el del canterano que, además, como le sucediera en copa ante el Alcoyano, empezó jugando en una banda y acabó en la otra por lesión de un compañero, en este caso, Coentrao. La retirada forzosa del portugués desplazó también a Varane, que pasó del eje de la zaga al lateral derecho.

El '5' del Real Madrid tuvo tiempo antes de marcharse de protagonizar una clarísima ocasión de gol, que rechazó el palo derecho de la portería defendida por Vermeer. Su remate estuvo precedido por una genial asistencia de Modric, que, esta vez sí, hizo olvidar la ausencia de Xabi Alonso a base de pases largos y asistencias imposibles.

Precisamente de esa forma llegaría el primer tanto de los blancos. El croata se sacó un muy buen pase en profundidad que dejó a Benzema frente a la portería de los ajacies. Karim no pecó de egoísmo y cedió a Cristiano Ronaldo, viendo que se encontraba solo para fusilar al meta holandés.

Tras el gol, los madridistas siguieron rondando con muchísimo peligro el área visitante, ante la impotencia de los de Ámsterdam, que poco o nada podían hacer para evitarlo. Las ganas de jugar, y dejar jugar, del conjunto dirigido por Frank de Boer les condenaron de nuevo a recibir una goleada del club de Concha Espina.

Solo quince minutos del tanto inicial, llegó el gol del que siempre aparece, José Callejón. El de Motril controló a la perfección un balón que venía de las nubes, y remató con la tranquilidad y la calidad que define a los grandes goleadores. El asistente, Luka Modric.

A primera vista, el paso por vestuarios no pareció alterar las intenciones de ninguno de los dos conjuntos. Prueba de ello, fue el tanto tempranero de uno de los indultados de la noche, Kaka. El brasileño aprovechó un pase de Cristiano para fabricarse el solo la ocasión, y su posterior golazo desde fuera del área.