

MODRIC YA LEVANTA AL BERNABÉU
Modric completó un partido de ensueño. El Madrid jugó bien, goleó y divirtió, y de todo ello, tuvo buena parte de culpa el croata. Su calidad propició la llegada de los dos primeros goles, los que abrieron la lata. A partir de ese momento, controló el partido a su antojo.
Este sí es Luka Modric. Esta noche se ha presentado en el Bernabéu como el jugador que es. Controló un partido de Champions de principio a fin, fue el eje que movió al equipo y que destiló cada jugada de ataque de los blancos. El croata demostró que también rinde en las grandes citas, aunque la de hoy estuviera un poco descafeinada.
Dos espectaculares asistencias
El show de Modric no se hizo esperar. Las tres primeras jugadas de peligro del Madrid nacieron de sus botas; emanaron de su privilegiada imaginación. Dos de ellas acabaron en gol. La primera, sutil y de corta distancia, fue bien controlada por Benzema que sirvió en bandeja a Cristiano para que rematara a la red el primero.
Más compleja fue la asistencia que provocó el segundo gol. El croata recibió de espaldas, giró sobre sí mismo con una maniobra perfecta para librarse de la presión de un rival que intentaba anticiparse, miró de reojo el desmarque de Callejón y le mandó un pase preciso de 30 metros que superó a tres defensas. Luego el granadino hizo el resto. Controló como los ángeles y definió aún mejor para colocar el segundo de los madridistas.
A partir de ahí, el centrocampista se creció, se creía capaz de todo y se echó el equipo a la espalda. Exhibió su toque privilegiado, su colosal cambio de ritmo para crear constantes superioridades y precisión en las entregas. Este Modric ya se parece al que todos añoramos ver, al que enamoró a Mourinho,y como dijo el técnico, el que pondrá al Bernabéu en pie muchas veces.
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