SIEMPRE QUEDARÁ CRISTIANO

El Real Madrid perdió ante el Celta en Balaídos (2-1) después de realizar un mal encuentro bajo la lluvia de Vigo. Cristiano en el minuto 86 consiguió minimizar los daños y anotar un tanto que facilita la remontada para el partido de vuelta. Benzema se retiró lesionado a la media hora al sufrir una torcedura de tobillo.

Resbalón del conjunto madridista en tierras gallegas. En un encuentro con mucha agua y poca sal, los de Mourinho sucumbieron ante un Celta que sacó partido de los errores defensivos de los blancos. El Madrid solo gozó de oportunidades tras el primer tanto celeste. Pepe, con un error infantil, propició el golazo de Bustos que complicaba en exceso el pase a cuartos de final. Menos mal que apareció Cristiano para reducir la ventaja y dejar la eliminatoria abierta para el choque de vuelta que se disputará en enero.

Sorpresas en el once
Mourinho alineó de inicio a Varane de lateral derecho, pasando a Arbeloa al carril zurdo. El salmantino cambiaba de posición dando entrada al galo, mientras Carvalho sustituía a un Sergio Ramos que ha disputado todos los minutos en Liga hasta la fecha. El central luso volvía a ser titular en Copa, tal y como ocurriera en los dos enfrentamientos ante el Alcoyano. Una línea defensiva inédita hasta la fecha que capitaneaba Pepe ante las ausencias de Casillas y Ramos.

En la medular la novedad era la presencia de Essien, un mes después de haber disputado su último partido con el Real Madrid. Modric y Di María entraban por Özil y Callejón -a la postre serían los dos primeros cambios del técnico blanco- con respecto al once inicial que salió el pasado sábado al césped del Nuevo Zorrila.

Sin oportunidades
En los primeros minutos el partido careció de un dueño claro, habiendo constantes alternativas entre los dos conjuntos en el control del esférico. Según pasaban los minutos, el Madrid se fue haciendo poco a poco con el mando en el encuentro e imponiendo su ritmo. Sin embargo, esto no se traducía en ocasiones, ya que Adán y Sergio Álvarez eran dos espectadores más en Balaídos.

Así la ocasión más clara del equipo de Mourinho en la primera parte fue un lanzamiento lejano de Essien tras un fallo del portero celtiña, que atrapó sin problemas en su carrera hacia la portería. El conjunto blanco -hoy de azul oscuro- estaba apagado, sin ideas en la zona de tres cuartos. Mientras, llovía cada vez con más fuerza sobre Vigo, dificultando así el juego sobre un césped que cada vez se levantaba con más facilidad.

El minuto de los tobillos
A la media hora el banquillo del Real Madrid volvería temblar al ver una dura entrada de Krohn-Dehli sobre el tobillo de Varane. El francés se retorcía de dolor, haciendo saltar todas las alarmas en el cuerpo técnico merengue ante una posible nueva lesión. Sin embargo, esta se produciría en la siguiente jugada cuando Benzema se torcía su tobillo al dar un pase a Cristiano Ronaldo, que se encontraba en fuera de juego. El internacional galo rápidamente pidió el cambio al observar que le era imposible apoyar sin dificultad la pierna derecha.

Callejón entró por Benzema situándose en la punta de ataque, mostrando una vez más su polivalencia -el pasado sábado actuó de extremo derecho y lateral izquierdo-. El último cuarto de hora del primer tiempo sería de dominio celeste, que a punto estuvo de sacar petróleo del punto débil del Madrid, los balones aéreos. Los cabezazos de Bermejo primero, y de Park posteriormente, se marcharían fuera por poco de la portería defendida por Adán. Al igual que contra el Valladolid, el conjunto de Mourinho volvía a sufrir cada vez que el rival se disponía a lanzar un saque de esquina o una falta lateral.

Mou mueve las piezas
Tras el descanso, Mourinho movía ficha y sustituía a Di María por el héroe de la última jornada, Mesut Özil. El argentino había pasado inadvertido en la primera parte, mostrando una vez más un nivel muy inferior al de sus mejores tiempos. El cambio daría resultado en los primeros minutos, exactamente hasta que llegó el gol celtiña.

Bemejo adelanta al Celta
En el minuto 56, mientras la grada pedía la segunda cartulina de Cristiano por una entrada sobre Hugo Mallo -ya había sido amonestado en la primera parte-, Krohn-Dehli se sacó un buen centro desde la banda izquierda celeste, que sortea a la perfección a la zaga madridista, para que Bermejo, llegando desde atrás y en posición legal, bata por bajo a Antonio Adán.

Se le complicaban las cosas al equipo madrileño, que no era capaz de dar con la tecla para acercarse con peligro al área viguesa. Mourinho dio entrada en el 64' a Kaká por Essien, jugándose el todo por el todo. Minutos después el entrenador portugués mandaría a Varane situarse de delantero centro, buscando sacar provecho de su poderoso juego aéreo. A punto estuvo de empatar Modric pero su acrobático disparo fue retenido por Sergio Álvarez. El árbitro perdonaría después la expulsión a Bermejo, que pegó un codazo sin sentido a Varane que solo fue castigado con amarilla.

Error garrafal de Pepe
La precipitación de Pepe al sacar un saque de banda que debería haber sacado Arbeloa, metió en un lio a Xabi Alonso, que perdió el balón y este fue a acabar a los pies de Bustos, que sin pensárselo se sacó un latigazo que acabó en las redes del equipo madridista. Minuto 77 y 2-0 para los de Paco Herrera, que dejaba la eliminatoria muy complicada para el Real Madrid.

Cristiano salva los muebles
Entonces es cuando apareció Cristiano. El portugués se erigió una vez más en el lider del club de Chamartín. Suyas eran las mejores ocasiones, aunque sin embargo la fortuna no parecía sonreírle. Hasta que en el minuto 86 un perfecto pase de Xabi Alonso lo remataría a gol cuando se encontraba ya con la única oposición del guardameta vigués. La defensa celtiña se quedó pidiendo un fuera de juego inexistente del luso, que arrancó en línea con el último defensa local.

El Madrid lo siguió intentando hasta el final, sin embargo ya nada podría alterar el 2-1 final del luminoso de Balaídos. Mal partido de los de Mourinho, que continúan lejos de su mejor versión, sin embargo a pesar de ello, consiguieron salir vivos del estadio vigués. La eliminatoria se decidirá ya en 2013 en el Santiago Bernabéu. Todos los madridistas esperan que el año nuevo traiga al conjunto blanco esa chispa que necesita y que tanto se le echa de menos.